Guillermo de St. Thierry es ante todo un director de almas. No es teólogo o filósofo de profesión. Escribe con finalidad práctica, espiritual. La Carta a los hermanos de Monte Dei, llamada "Carta de oro", fue atribuida durante mucho tiempo a san Bernando. Dirigida a los cartujos, ha merecido durante siglos contarse entre las obra clásicas de espiritualidad.