Vivimos en un peligroso tiempo de controversia. Años, apenas un instante en la historia de la humanidad, en los que hemos de resolver entre continuar alentando la ambición de seguir creciendo económicamente, el impacto, o atender a la necesidad de conservar la naturaleza que nos acoge y cultivar la solidaridad social de la que depende la suerte de las futuras generaciones, el pacto. En el libro encontramos ingenieros que escriben de ecología, climatólogos volcados en el paisaje, arquitectos con vocación de profetas o filósofos, economistas irreverentes reclamando a los economistas el diálogo y la participación, químicos defensores del patrimonio, etc. Esta obra surge de la consciencia del riesgo ambiental, y pretende ser un punto de encuentro de los autores con los lectores desde el que efectuar una llamada a la conciencia. La idea de comunicación es la que da sentido a esta obra, que pretende nada más, o nada menos, que servir de medio de correspondencia entre los autores y los lectores, para compartir una preocupación sobre los objetivos ambientales planteados y la adecuación de las técnicas de decisión que empleamos para alcanzarlos. Su contenido es el resultado de muchas obras, organizadas en torno a la conversación sobre los propósitos ambientales y la instrumentación técnica dispuesta para la acción, adoptando el orden sugerido por Stretton, para el que los “buenos propósitos con acciones equivocadas no son de gran utilidad, y los malos propósitos con acciones eficientes pueden ser peores”.