Es de sobra conocida la estrecha vinculaci贸n entre la instituci贸n mon谩rquica y el proceso de creaci贸n y consolidaci贸n de la organizaci贸n estatal. El mismo concepto de Estado moderno fue aquilat谩ndose bajo la Monarqu铆a y, en buena medida, el origen de la teor铆a del Estado fue la cobertura formal de la hegemon铆a del Rey. Esta relaci贸n no qued贸 rota con el advenimiento del Estado constitucional y es posible se帽alar un continuo proceso hist贸rico y doctrinal a trav茅s del cual la instituci贸n mon谩rquica ha ido experimentando una profunda transformaci贸n en su esencia y contenido que permiten establecer un cierto paralelismo entre la evoluci贸n del Estado constitucional y las diferentes modalidades de Monarqu铆a que, en su seno, se han dado. Esta evoluci贸n de la instituci贸n mon谩rquica, que culmina con su plena asunci贸n y compatibilidad con el actual Estado constitucional, no ha sido, sin embargo, pac铆fica ni se ha visto exenta de conflictos tanto en el 谩mbito pol铆tico como en el de las ideas. Se pueden, por tanto, comprender las sucesivas transformaciones de la Monarqu铆a como el resultado de una tensi贸n dial茅ctica entre ella y la nueva estructura estatal, que surge como consecuencia del triunfo de las revoluciones burguesas de finales del XVIII y principios del XIX.
