Este libro trata del rico y variado patrimonio monumental asturiano, desde los inicios del poblamiento estable —la aparición de la casa— hasta la introducción del hormigón armado. Sin embargo, dado que la organización humana de un espacio natural es muy anterior, los autores se remontan hasta la primera manifestación de un espacio natural humanizado permanentemente: los santuarios paleolíticos. Fundamentalmente, el hilo conductor ha sido situar tipos constructivos históricamente definidos en la trama social que los genera. Se agrupan y se estudian por ello series de monumentos homogéneos en su destino, tiempo y forma. Más de 300 fotografías en color de Paloma Vigil-Escalera enriquecen y complementan el texto.