Segunda entrega de la trilogía que Tino Barriuso inició con Paloma sin alas . Si el primero era un libro-casa, Que asedia el mar se abre a la geografía sentimental e intrahistórica de una ciudad que el lector hace suya al recorrerla porque se reconoce en un cruce de calles, una plaza, una arboleda, o en el irremediable camposanto. Ciudad que el mar de la palabra asedia para rendirse a quien la sueña y lee.