Nómada de la lengua llamó Vossler al dialectólogo. Desde hace cincuenta años, al servicio del español, Manuel Alvar ha recorrido mil caminos y registrado entre tres y cuatro millones de voces y variantes. Con ellas ha constituido unos Atlas que son como el Libro de Familia del castellano y de las lenguas con las que éste ha entrado en contacto. Pero no le guía en ese colosal esfuerzo un mero objetivo científico sino una razón de amor. En todos estos viajes, de las antiguas rúas europeas a las selvas del Amazonas, el lingüista es un hombre cuyo corazón late al contacto con el de otros hombres; un español, por añadidura, que aquí y allá se topa con las huellas de España, de cuando los españoles no éramos diferentes. El viajero se convierte así en peregrino. Este libro ofrece las mejores páginas de su cuaderno sentimental. Su prosa riquísima y sólida logra el milagro de convertirnos en compañeros de viaje y nos permite compartir en vivo su apasionante aventura.