Durante la Gran Guerra, en un destacamento asediado y casi desahuciado en el que se masca la tensión ante la batalla inminente, un grupo de oficiales acepta el reto de contemplar una Cabeza de uro, un sello de incalculable valor y enigmático color ambarino. Misteriosamente, el sello desaparece y los soldados se ven obligados a cuestionar su honor, lo último que se les queda en un mundo que se desmorona ante sus ojos. La cabeza de uro abre una magnífica colección de relatos que nos sumerge en el mundo mágico y arcaico que Vasile Voiculescu (1884-1963) , uno de los más importantes narradores rumanos del siglo XX, describe con pleno conocimiento de causa: él mismo ejerció como médico rural y conoció los sortilegios, hechizos y supersticiones de la Rumania primitiva, casi mitológica. Fue esta realidad profundo y enigmática la que plasmaría en sus relatos, escritos entre 1946 y 1958 y considerados como oscurantistas y socialmente peligrosos. Voiculescu fue encarcelado en 1958, acusado de ejercer actividades contrarias al régimen. Tal vez sean estos relatos el mejor testimonio de un hombre que tan sólo pretendió reflejar con su literatura la realidad de un país esencialmente campesino cuya magia y costumbres veía morir en aras de una racionalidad que anulaba su auténtica naturaleza.
