Son tres los relatos que componen La mansión de los mutantes . En los tres se aprecian agradabilísimas influencias del realismo mágico de Cortázar; ecos del humor inocente y surrealista de Mihura o Jardiel e, incluso, homenajes cinematográficos a películas de referencia como La parada de los monstruos (Tod Browning, 1932). Todo ello mezclado con maestría y con una ternura cruel hacia los personajes que van desfilando por cada uno de los cuentos. Cuando acaben, querrán más