La presidencia de la Eucaristía en la persona de Cristo es uno de los más nobles y gozosos ministerios que se le han confiado al prebítero. La Eucaristía es, en efecto, la fuente y la culminación de la acción evangelizadora y el centro de toda la asamblea de los fieles qie preside el presbítero. En los últimos años, una serie de factores ha afectado al ejercicio de este ministerio, dando lugar a una reflexión que puede ser útil para quienes han de desempeñarlo en la Iglesia. El presente Directorio quiere ofrecer a los sacerdotes unas orientaciones y sugerencias sobre el sentido y práctica de este ministerio litúrgico en la celebración de la Eucaristía.