Estás a punto de abrir la puerta y cruzar el umbral. Sabes que vas a entrar en un mundo poblado por fantasmas, seres monstruosos y criaturas malignas, donde acecha todo aquello que te aterroriza; la enfermedad, la locura, la muerte. No leas este libro, escucha sus páginas, deja que las historias te arrastren y te envuelvan como cuando, hace tantos años, alguien te contaba al pie de tu cama historias que no te dejaban dormir. Busca un buen sillón, ponte cómodo, rodéate del silencio de la habitación, cruza el umbral y disfruta. No obstante, de vez en cuando, y simplemente por precaución, mira por encima de tu hombro. Nunca se sabe.