Pues sí. Los recuerdo bien: sus manos, su olor y la sensación que me producía tocarlos. Y en especial recuerdo a aquellos que, en su momento, decidí olvidar por completo. Ya que tanto me dolía evocar su recuerdo. Así, mezclo pasiones y descuidos; aquellos efímeros encuentros amorosos cuya principal cualidad consistía en su capacidad de ayudarme a no echarte de menos por un momento. Y nunca perdonarles que ellos no fuesen tú. Kerstin Thorvall En Recuerdo a todos mis amantes y cómo solían tocarme, Kerstin Thorvall evoca, con la necesaria distancia que proporciona el paso del tiempo, los encuentros amorosos que han surcado su madurez. Quien crea que el atractivo y la vida sexual de la mujer acaban a los cuarenta, se sentirá sin duda turbado ante este sugerente volumen de memorias, ya que, entre el tono romántico y el abierto erotismo, el libro recopila una serie de relaciones prohibidas con amantes casi siempre mucho más jóvenes que su protagonista. El resultado es una obra alegre y sincera, donde la autora sueca rememora sin tapujos lo vivido. Lo primero que llama la atención es el atrevido modo en que describe la pasión, la lujuria, el orgasmo, la adicción. Es tan certero en todo momento, como sincero, sin artificio ni adorno. Dagens Nyheter No puede incluirse en ningún grupo literario. Kerstin Thorvall pertenece sólo a la historia de su propia vida. Expressen
