Burt Smith, líder de un equipo neoyorkino de hockey sobre hielo, tiene un problema. Se ha enfadado con uno de los contrincantes, que ahora yace degollado en el suelo. Lo siento mucho -afirma Burt-. El hockey es un deporte muy duro, hay que hacer cosas así para mantenerse en la liga. Es como cuando bombardeamos Iraq: aunque no sepamos ni lo que estamos destruyendo lo hacemos para que sepan que estamos aquí, que somos pacientes pero que tenemos nuestro límite. En el hockey pasa algo parecido, es una cuestión de tener un límite y enseñarlo. Si el juez piensa lo mismo, yo no voy a poner objeciones, dice alguien. En su clínica privada, el doctor Skinner se encargará de Burt con la ayuda de sus bellas enfermeras, porque cuando uno de los componentes de una sociedad como la nuestra se excede hay que saber traerlo de nuevo a donde todos estamos. Amor entre hielo y fuego es una novela contundente que aborda, junto al tema de la fascinación por la violencia, el de la desaparición de la ética en las sociedades del siglo XXI, y la sustitución del papel que jugaba por una pragmática, consentida y en el fondo reconfortante anulación de la personalidad. Uno de los monólogos más frescos y descarnados de nuestra última literatura.