La emigración es una de las estrategias de supervivencia y desarrollo de millones de personas en el continente africano, así como un vector claro de desarrollo de los países de origen y acogida. Debe no ser vista, por tanto, como un problema sino como un conjunto de oportunidades y desafíos. Más que intentar contrarrestar los procesos migratorios, deben aceptarse y regularse, así como potenciar sus efectos beneficiosos