Si está leyendo esta, contratapa es porque todavía no compró el libro. Está muy bien; se nota que usted no es de comprar cualquier cosa. Le digo más: gracias a que lee esto se podrá dar cuenta de que ha dado con el libro que buscaba para divertirse y divertir a los demás, a lo grande. Encontró el volumen que trae más chistes de los que usted pueda imaginar, escritos sin procacidades ni modismos incomprensibles. En otras palabras, encontró una joya humorística, una auténtica perla. ¿Quiere conocer el mejor humor negro, erótico o de colectividades? Está acá. ¿Quiere saber cuáles son los mejores chistes de locos, de borrachos, de matrimonios? También están acá. Y hay muchísimos más, pero no puedo estar contándole todo. Haga algo mejor: llévelo, guárdelo bien y léalo usted solo. No deje que nadie se le adelante y cuente el chiste que hubiera deseado contar. Y otra cosa más: no lo preste ¡nunca! Le recuerdo algo que siempre decimos: Hay dos clases de tontos. Los que prestan libros y los que los devuelven. Usted, que es inteligente, no entra en ninguna de las dos categorías. ¡Qué lo distrute!