Los turistas vienen a la República atraÃdos por el ritmo del merengue, para disfrutar de sus centros turÃsticos y hoteles tan grandes como ciudades, a lo largo de toda costa dominicana. Desde que empezó el turismo organizado, a partir de 1950, los nuevos centros turÃsticos han ido creciendo lentamente hasta alcanzar las arenas vÃrgenes de las playas, y hoy dÃa el paÃs cuenta con una capacidad hotelera de 45.000 plazas. Entretanto, el turismo de aventura y alternativo está contribuyendo a que la República Dominicana se convierta en uno de los principales destinos del Caribe. En el desierto ardiente del suroeste los safaris organizados le llevarán a cruzar lagos transparentes como el Crista, para descubrir en sus aguas cocodrilos y flamencos. Santo Domingo podrÃa ser Sevilla. Sus callejones están flanqueados por casas blancas o pintadas con ventanas de hierro forjado. Las iglesias son de estilo gótico y renacentista, el merengue suena en bares y en los cafés. La zona colonial constituye la ciudad más antigua del Nuevo Mundo, es como un viaje en el tiempo a los dÃas del dominio español.
