Cuando podemos desconectar nuestros circuitos internos de las creencias que moldean el flujo de nuestra energía, desarrollamos más confianza en el proceso de la vida. Se trata de un proceso que fluye de nosotros al universo y viceversa. Cuando comprendemos que detrás de cada obstáculo, enfermedad, o fracaso, existe el mensaje de que no estamos viviendo de acuerdo con el orden universal y nuestro propio orden interno, todo cambia.