Stephen Jay Gould, el más famoso de los científicos naturales de nuestro tiempo, ha dedicado su trabajo a enriquecer y divulgar la teoría de la evolución, llamando nuestra atención sobre la importancia de las contingencias históricas y de los cambios impredecibles, frente al mundo regular y predecible que defiende el estereotipo, desacreditado hoy, de la llamada ciencia dura.