El juicio sobre los hechos ha pertenecido durante mucho tiempo, sea al 谩mbito de cuestiones jur铆dicas no problem谩ticas, sea a una zona de penumbra donde reina... el arbitrio judicial. Prueba de ello es la inclinaci贸n forense a atribuir a la decisi贸n probatoria una naturaleza demostrativa o a considerar pura y simplemente que est谩 basada en una 铆ntima e intrasferible convicci贸n, en una especie de quid inefable, de corazonada no exteriorizable ni controlable. Incluso la teor铆a de la argumentaci贸n jur铆dica -que tan importante desarrollo ha experimentado en los 煤ltimos a帽os- se ha centrado en los problemas de interpretaci贸n de las normas, pero ha dedicado una escasa atenci贸n a la prueba. Este libro pretende ser una contribuci贸n al an谩lisis de esa parte tantas veces olvidada del razonamiento judicial, teniendo en cuenta los esquemas propios de la epistemolog铆a general. El estudio resalta dos rasgos esenciales del conocimiento judicial de hechos que influyen en la calidad del resultado alcanzado: su naturaleza inductiva y su car谩cter institucionalizado. El primero pone de manifiesto que los resultados probatorios no son infalibles sino (s贸lo) probables. El segundo, que la prueba se desarrolla en un marco institucional de reglas (procesales) que sustituyen los criterios propios de la libre adquisici贸n de conocimiento por otros autorizados jur铆dicamente; lo que, con frecuencia, contribuye tambi茅n a rebajar la calidad del conocimiento alcanzado. De todo ello derivan importantes consecuencias para un modelo judicial de prueba; si la prueba no produce resultados infalibles, han de introducirse todas las garant铆as posibles para lograr una mayor fiabilidad en la declaraci贸n de los mismos, y en su caso, facilitar su eventual revisi贸n. Todo lo cual desemboca, frente a lo que hab铆a sido la tradici贸n, en una nueva exigencia de motivaci贸n.
