A pesar de que vivimos en una sociedad donde los valores dominantes responden al credo hedonista, donde cultivar el cuerpo según los cánones estéticos de moda -aún a costa de la salud- se convierte en una religión, donde vemos en la televisión y en otros medios de comunicación cómo se ensalza la competitividad, aun a costa de la solidaridad, como rasgo que se fomenta entre los más jóvenes, surge desde la escuela -a través de la educación física- otra manera de entender la competencia, la salud y el equilibrio personal. Es una área que además nos permite, de modo natural, trabajar otros contenidos de tipo transversal. En este sentido se recoge en este libro una muestra de reflexiones y experiencias (de educación infantil, primaria y secundaria) llevadas a cabo por docentes de educación física que apuestan por una enseñanza comprometida con la educación integral de la persona.