Este trabajo está basado en una encuesta realizada en 1998 a 3.400 agricultores titulares o jefes de explotación en toda España. El libro está organizado en tres partes bien diferenciadas: el análisis de las explotaciones, de las familias y de los agricultores. En particular hay que destacar el análisis de la estrategias laborales, educativas y de reproducción de la explotación y de las familias agrarias, que revelan procesos de individualización y del distanciamiento de las familias respecto a la explotación. En cuanto a la identidad profesional de los agricultores, se muestran los limites a una profesionalización completa, la identificación predominante del agricultor en la figura del trabajador y la emergencia de nuevas identidades (la de profesional o la de empresario) entre los más jóvenes, así como la de los agricultores hacia distintos modelos de articulación de la agricultura con el Estado, el mercado y de la regulación de la actividad.