No son buenos los tiempos que corren para una práctica de la cooperación y de la solidaridad con el Sur que se pretenda crítica... La llamada globalización (verdadera mundialización del capitalismo en una fase de desarrollo radicalmente expansiva en los flujos de capitales y mercados que conlleva una desmesurada concentración de la riqueza y el poder político) ha logrado convertir la solidaridad y la cooperación en una mercancía más con un valor añadido para el consumo... El imaginario colectivo de la ciudadanía del tercer milenio entiende ya la participación social y política como una expresión de la mera voluntad subjetiva a la hora de elegir uno u otro canal televisivo, uno u otro periódico, una u otra marca de whisky, uno u otro centro educativo... La solidaridad queda así inserta en un mercado donde el talante, los gustos o el ánimo de cada cual podrán optar por una u otra marca. De exóticos paraísos y miserias diversas indaga con rigor y valentía en los procesos de (re) construcción de ese gigantesco y poderoso mecanismo de representación social