En este libro se contemplan las adicciones como el equivalente, en un nivel inferior, de la sed espiritual de plenitud de nuestro ser, esa sed que en el lenguaje medieval se expresaba como el deseo de unión con Dios. La autora parte de su experiencia vital para describir su propio recorrido, con un libro para todas las personas que son conscientes de su sed de plenitud y que a veces luchan con ella buscando medios de saciarla. Aunque gran parte de su enfoque se centra en el problema de la adicción, la lucha de la persona adicta es un extremo amplificado del desafío al que todos nos enfrentamos. Los problemas son similares y también las soluciones.