La forma de budismo conocida en Japón con el nombre de Zen tiene su manifiesto fundamental en el Sin-sin-ming (siglo VII), texto, pues, de gran importancia histórica y doctrinal al que cuarenta generaciones de monjes han dedicado su existencia entera. Esta obra nos sumerge de lleno en el corazón mismo de lo que para los budistas es la enseñanza última y nos introduce en el mundo intelectual radicalmente distinto del pensamiento occidental.