Habiendo edificado la casa y puesto en las cuatro esquinas algún idolillo o piedras de buen color y un poquillo de pisiete [tabaco], el señor de la casa llama a los maestros o viejos y visita la casa, mandan aparejar una gallina para otro día y que hagan tamales... y aderezada [la gallina] la toman con tamales y la vuelven a ofrecer al fuego, partida en dos partes, la una dejan en el fuego...