A primera vista una profesión que lleva por nombre gobernanta/e de hotel puede asociarse a términos como ordenar y mandar. La realidad nos deja ver qué hay detrás de esta afirmación. Este oficio exige una capacidad organizativa, de planificación y control de todo el trabajo realizado en pisos, habitaciones y áreas de servicios del hotel, centrándose en dirigir y optimizar los recursos de los que dispone. Una profesión que exige una formación adecuada para llevar a buen puerto el papel de intermediaria entre su equipo y la dirección del hotel y para lograr la mejor calidad en su trabajo diario.