En El sendero de la mano izquierda , Fernando Sánchez Dragó dicta su primer testamento vital. El autor resume su personalísima filosofía en 181 preceptos basados en el sentido común, en la cultura, y sobretodo en la experiencia; un código de conducta subversivo, nietzscheano, pagano, más oriental que occidental, trasgresor, liberador, heterodoxo y radicalmente opuesto al discurso de la modernidad. Una sorprendente invitación a la ética, a la sabiduría y, por ello, a la felicidad.