Escrita en 1838, en esta obra afloran algunos de los motivos que caracterizan la singular obra de Goncharov , como el eterno dilema entra actividad y apatía en el que se debaten sus personajes. Tal es el caso de los distinguidos Zúrov. De las tensiones entre la familia enferma y los amigos que intentan protegerla, surge un sutil relato humorístico que ahonda en una de las obsesiones más peculiares de nuestro tiempo.