Nunca me han preguntado, aunque deberían haberlo hecho, qué significa en mi boca, en la boca del primer inmoralista, el nombre de Zaratustra; pues lo que históricamente representa la inmensa individualidad de este persa es todo lo contrario de esto. Zaratustra fue el primero en advertir que el engranaje que mueve todo es la lucha entre el bien y el mal; a él se debe la transposición de la moral a un plano metafísico, como fuerza, causa y fin en sí misma. Esta pregunta sería, en el fondo, la respuesta. Zaratustra creó ese error, el más fatal de todos, que e s la moral; en consecuencia, también él tiene que ser el primero en reconocerlo. No es sólo que él tenga en esto una experiencia mayor que ningún otro pensador, sino que, y esto es lo más importante, Zaratustra personifica al pensador más veraz. (Ecce Homo)