Un joven arqueólogo descubre un par de cuadernos guardados en un cofre que resultan ser el diario de un increíble personaje, el famoso alquimista Conte di Cagliostro. El encuentro fortuito de un manuscrito cuenta con una extensa tradición en la historia de la literatura, presente ya en las novelas romanas de los primeros siglos de nuestra era, de la cual también beberá Cervantes para narrar las aventuras de ese ingenioso hidalgo que fue deshaciendo entuertos por los campos de Castilla. Con este incipit, se nos abre un mundo nuevo, lejano y presente al mismo tiempo, el mundo personal del protagonista que se convierte, gracias al diario, en el narrador de sus propias experiencias. Toda una vida fascinante, que se articula alrededor de la búsqueda del primer tomo de un misterioso libro, Phaeton, se representa ante nuestros ojos. El lector va descubriendo de la mano del Conte di Cagliostro diferentes sociedades y culturas del siglo XVIII, va conociendo lugares tan distintos como la Francia prerevolucionaria o el rico Estambul. Pero lo más importante es que Enrico Maria Rende nos hace partícipes, a través de la lectura, de la vida de este hombre excepcional, gran conocedor de los secretos de la alquimia y de la medicina, que descubrirá sólo al final de su viaje el gran secreto, y último, que esconde Phaeton. Entonces, todo cambiará de sentido.