Elegir un lugar donde hospedarse durante un viaje, sea por negocios o por placer, se ha convertido en una decisión primordial en el itinerario de la mayoría de los viajeros de hoy. El hotel ha dejado de ser exclusivamente un alojamiento provisional cuya única finalidad sea pasar la noche y se ha transformado en un símbolo de los distintos estilos de vida que representa un género de cliente con establecidas preferencias y gustos. El lujo que puede encontrarse en un hotel se mide por la calidad más que por la cantidad. El huésped ansía un mundo donde escaparse y poder sentirse en casa, gozar de caprichos de los cuales normalmente no dispone y disfrutar en un entorno que considera hermoso y singular. Este énfasis en la calidad de estilo está reflejado en cada uno de los hoteles que aparecen en este volumen. Diseñados por los arquitectos y diseñadores más reconocidos del mundo, estos hoteles demuestran su valor a través de todo tipo de detalle. Algunos se orientan al alto ejecutivo, otros a los aventureros, y otros a quienes simplemente buscan un refugio sosegado donde descansar durante unos días. Más clásicos que excéntricos o más modernos que rústicos, todos ellos reúnen una estética puramente contemporánea. En un mundo cada vez más accesible, viajar se ha convertido en algo muy frecuente. Hoteles como los que se proponen a continuación aseguran que los destinos se vean mejorados por espacios que ofrecen mucho más que una cama en la que descansar después de un cansado viaje.
