Felipe vivía en un mundo muy excitante y lleno de colorido que otros niños sólo conocen por fuera: vivía con su familia en un circo ambulante. Su padre era el domador. Tenía tres tristes tigres y cuatro leones que le obedecían totalmente. Un día le dijo su padre: -Esto de ser domador no es tan peligroso como parece, las fieras se fían de mí. Tú no tardarás mucho tiempo en hacerlo tan bien como yo. Para el insomnio recomiendan contar ovejitas: 1,2,3…35,36…168,169…524,525…¡zzzzzzzzzzz!. En este cuento vamos a encontrar muchas maneras de contar sonidos, notas y frases musicales. ¿Cómo colocamos a los invitados en una mesa?, ¿cuántos paseos inútiles da un turista perdido hasta encontrar su hotel?, ¿qué tamaño debe tener una melodía?, ¿cuántos itinerarios se pueden hace en una compra?, ¿qué cantidad de peldaños debe tener una escalera?... El arte de contar, el placer de contar, la hipnosis de contar