Desde su aparición en 1859, la influencia de El origen de las especies en el pensamiento científio ha sido cada vez más importante y podría decirse que, a partir sobre todo del siglo XX, fue ganando cada día un poco más de actualidad. Los grandes nombres de la creación científica posteriores a Darwin se confiesan deudores de ese texto inagotable. Muchos de los descubrimientos célebres de la biología moderna serían incomprensibles sin tener en cuenta uno de los aportes fundamentales de Darwin: el origen y la evolución de las especies a través de la selección natural.