Los padres acuerdan un objetivo con el niño, como lavarse los dientes o recoger los juguetes. Y cada vez que lo consiga ¡una estrella en la pizarra! Porque es a partir de los esfuerzos positivos, como la recompensa y el elogio de las conductas adecuadas, que el niño conseguirá consolidar fácilmente sus buenos comportamientos. Un método para que padres e hijos compartan un tiempo de calidad.