Este libro no es un libro de tantos sobre Tina Modotti , porque explora su faceta de fotógrafa con profundidad. Oficio que adquirió a la sombra de Edward Weston , uno de sus compañeros de vida, quien a su vez fue discípulo del fotógrafo neoyorquino Alfred Stieglitz , autor de la conceptualización de la llamada fotografía moderna o directa, que obedece a la búsqueda de la expresividad fotográfica por si misma, al margen de influencias de otros medios expresivos como la pintura y la escultura. Unidos los tres por la militancia modernista, junto a Diego Rivera , David Alfaro Siqueiros , José Clemente Orozco o Jean Charlot . Octavio Paz señala: “La gran revolución estética europea, iniciada a principios del siglo XIX con los románticos, nos ha enseñado a ver las artes y las tradiciones de otros pueblos y civilizaciones, desde las orientales y africanas hasta las de América precolombina y Oceanía. Sin los artistas modernos de occidente, que hicieron suyo todo ese conjunto de estilos y visiones de las tradiciones no occidentales, los muralistas mexicanos no hubieran podido comprender la tradición mexicana indígena… El nacionalismo artístico mexicano fue una consecuencia del cosmopolitismo del siglo XX.” A Tina Modotti suele considerársele copia de Weston, sin embargo, el análisis de la imagen propuesto por Mariana Figarella , prueba su partida de Weston para tomar un camino propio singularizado por su compromiso con las causas sociales por su militancia partidista. Asimismo nos muestra cómo recibe el impacto del muralismo para insertarse dentro de las estrategias estéticas del arte posrevolucionario.
