Los tiempos en que el cuidado de los bebés correspondía en exclusiva a las madres han pasado a la historia. Los varones tienen ahora un papel cada vez más activo, aunque en la mayoría de los casos no sepan muy bien cómo actuar, sobre todo cuando se trata del primer niño. Desconcertados, sin formación alguna ni experincia previa, los hombres se lanzan a cambiar pañales, a preparar biberones y a atencder las necesidades de sus hijos con las únicas guías de su intuición y de cuanto pueden copiar de las madres, auténticas expertas cuya destreza parece herarse de generación en generación. Este libro es la divertida memoria de uno de esos hombres que se enfrenta a eta nueva etapa vital sin ningún carné de puericultor y que ha logrado superar la prueba gracias al al amor y al humor. La páginas del libro tienen también espacio para el lector pueda recoger sus propias vivencias, ya que caben múltiples soluciones, y más cuando se trata de sobrevivir a un bebé de menos de un año. Así pues, si acabas de ser padre, o lo vas a ser en breve, aquí tienes un aliado y un futuro diario que comartir con tu hijo.