Parece mentira las cosas que se ven por las calles deMontevideo: carteles de nuestra infancia y de la de nuestrospadres, huellas arqueológicas de los últimos letristas,bestiarios, Gardeles, peces y pescados, universosconstructivos, stencils universales, botoneras maravillosas,llamadas gráficas. Caminamos más de doscientas cuadrasimpulsados por la sospecha de que a través de estosmateriales accedemos a la comprensión de nuestra identidad.