María José Achón Bruñén Si hay una materia que suscita preguntas no resueltas expresamente por la Ley 1/2000, de Enjuiciamiento Civil, y que sólo un conocimiento preciso y exhaustivo sobre la materia puede proporcionar, ésta es, sin duda, la ejecución dineraria. La autora, siguiendo la exitosa sistemática de preguntas y respuestas, analiza 300 cuestiones esenciales que la ejecución dineraria plantea, como son las relacionadas con la fijación de la cantidad e intereses, la obligación legal del ejecutado de manifestación de sus bienes o la colaboración de terceros en la investigación de los mismos. Igualmente, ocupa una parte central de la obra el embargo o afección de bienes y sus múltiples problemas; así, por ejemplo, el orden, los supuestos conflictivos de embargabilidad e inembargabilidad o las distintas garantías de dicha afección, entre las que se encuentran el depósito, la administración judicial o la anotación preventiva. Además de la tercería de dominio y de la tercería de mejor derecho, se proporcionan soluciones a las importantes novedades que esta Ley introduce en el procedimiento de apremio y sus fases, resaltando el avalúo de los bienes y la que podemos denominar nueva subasta, junto con las innovadoras y desgraciadamente aún infrautilizadas vías de enajenación alternativas, donde destacan los convenios de realización entre ejecutante y ejecutado o la posibilidad de que el bien se enajene por persona o entidad especializada, al margen, por tanto, de la subasta judicial. Nos atrevemos a decir que hay pocas obras como ésta que ofrezcan respuestas claras y precisas sobre la ejecución dineraria de forma tan práctica y eficaz.
