En este libro se argumenta que cualquier teoría filosóficamente satisfactoria de la posesión de conceptos o de la comprensión lingüística, debe cumplir con el requisito de ofrecer una explicación de la normatividad asociada a la posesión de conceptos o a la comprensión de palabras en relación con la aplicación de los conceptos (o de las palabras) en el habla y en la acción no lingüística.