La disminución progresiva del tamaño de los pisos urbanos junto con el aumento generalizado del coste de la vivienda ha forzado la búsqueda de diseños de interiores que aprovechen al máximo el espacio, las fuentes de luz natural y las zonas de almacenamiento. Los interioristas y decoradores se han visto obligados a adaptarse rápidamente a esta nueva realidad y aplicar recursos y dispositivos que apenas se emplean en casas más grandes. El resultado de ello es una filosofía de vida centrada en la pequeña escala, en lo flexible y en lo adaptable. Las dimensiones de los pisos no son lo único que ha cambiado; también lo ha hecho nuestro estilo de vida.