La medición de la base de Madridejos fue un acontecimiento geodésico de primer orden en la Europa del siglo XIX. El instrumento empleado para ello, la regla de la Comisión, era el mejor de su tiempo. Se explica así el gran interés que despertó en la comunidad científica internacional tal operación y el prestigio alcanzado por sus dos principales protagonistas: Frutos Saavedra y Carlos Ibáñez, sobre todo. Aimé Laussedat fue el representante enviado por el gobierno francés, a propuesta de su Academia de Ciencias, para que informase sobre una operación de semejante relevancia. La coincidencia de Ibáñez y Laussedat sirvió para que surgiera entre ambos una gran amistad que siempre mantuvieron. Prueba de ella es la colección de cartas que le remitó Ibáñez y que aquí se reproducen por primera vez. Las tres cuestiones principales a que se refiere el futuro Director del Instituto Geográfico son las siguientes: la propia medición de la base, un concurso fotogramétrico convocado por la Academia de Ciencias española y los trabajos geodésicos de las islas Baleares; en ellas y en otras singulares se centra el trabajo que ahora se presenta.