La comarca de Sierra de Albarracín resume ya en su mismo nombre la esencia de su medio natural: la montaña, que con sus condicionantes físicos ha marcado tanto la flora y la fauna como la ocupación humana y la historia de una de las comarcas aragonesas de más fuerte personalidad. El característico rodeno, roca arenisca de color rojizo, es una de las caras más conocidas de la comarca por la espectacularidad de sus formas erosivas y por los valiosos pinares resineros que aquí crecen; un conjunto tutelado como Paisaje Protegido de los Pinares de Rodeno (creado en 1995 y notablemente ampliado en 2007). Los bosques de pino se completan además con extensas praderas, sabinares y parajes en los que tienen su refugio valiosísimas especies relictas. Pareja es la riqueza de la fauna, en donde la Sierra de Albarracín es famosa por su abundancia de mariposas. Aquí nace el Tajo, mientras que a muy poca distancia el Cabriel y el Guadalaviar se dirigen hacia el Mediterráneo. Todo un mundo que descubrir y que obliga a recorrer esta comarca turolense paso a paso, atento a sus innumerables detalles.