Todos pretendemos ser felices o, al menos, disfrutar del mayor nivel de felicidad posible de acuerdo con nuestras circunstancias personales. Nmc. Incluso, todo lo que intentamos conseguir se nos presenta como deseable porque creemos que promete mejorar el grado de bienestar. Es decir, la conquista de la felicidad guía y condiciona, explícita o implícitamente, los fines particulares y las actividades de la vida. Pero la búsqueda del bienestar personal ha de hacerse con eficacia, lo cual exige que sea consciente de que juegan en ello un papel decisivo algunas cuestiones como las siguientes: la personalidad, la actitud hacia las cosas externas, el modo en que uno se aprecia a sí mismo y mantiene su coherencia nmc; o sea, lo que está dentro de la propia persona. (...)