On-line store con un amplio catálogo de LIBROS,  Libros en edioma y Puzzle - Textos de diversos géneros, escolares y universitarios -  Posibilidades; de publicar on-line y consultar textos universitarios y apuntes de las clases.
 
 
             
   
¿Tienes dudas, preguntas, consultas? ¡ESCRIBENOS! Estaremos a tu disposición para cualquier información que necesites.
LOG OUT
En esta sección encontrarás respuestas a las preguntas más comunes: modalidad de compra, entrega y envío, plazo de entrega, etc.
Entra en tu carrito...
Entra en tu pozo de los deseos...
¡Haga de Unilibro su página inicial!
Oferta Especial



EL SUEÑO DE LA ESFINGE (I) de EDO, ANGELA
EL SUEÑO DE LA ESFINGE (I)

Autore
EDO, ANGELA
Editor
MTM. METAFISICA DEL TERCER MILENIO, S.L.
Isbn
9788496697379
Fecha pub.
2008
Clasificación
Narrativa española contemporanea
Precio
€ 18,00

Reinaba en esa época un Faraón déspota y degenerado, y no era mejor ei Sumo Sacerdote, omnímodo señor del Templo. La corrupción imperaba. El pueblo, agobiado por el hambre y la enfermedad, estaba sometido a la más dura de las opresiones. El sólo en apariencia poderoso y opulento País de las Dos Tierras, agonizaba. En el pasado había sido su alma y su motor una rama sacerdotal de mística muy elevada. Brotó de las arenas del desierto en tiempos protohistóricos y forjó la Ciencia y el Arte que configuró una cultura tan enigmática hoy como ayer y todavía no conocida en profundidad. Sus sacerdotes veneraban una Divinidad incorpórea, creadora y sustentadora del Orbe y de cuanto él contiene, cuidadora de sus criaturas. Esta rama fue semilla y raíz de la que nació el país de las Dos Tierras. Siempre, de forma pública u oculta, detentó el poder y estuvo actuando como fiel equilibrador de los platillos de la balanza sobre los que se asentaban los dos poderes, el Real y el del Templo. Mientras así fue, el País de las Dos Tierras medró en saber y en prosperidad, y se guió con la antorcha de la Justicia. Mas ya esa rama -conocida por sus Adeptos como Orden Secreta-, tenazmente perseguida, diezmada por la iniquidad, se había esfumado y la Noche devoraba la Luz. Se llegó al punto de quedar de ella tres únicos supervivientes fieles a sus principios. Esos tres hombres, justos y abnegados, esclavos del Deber que les imponía ser sacerdotes de la Divinidad, se unieron y se impusieron la misión de redimir al pueblo, salvar del olvido en el que parecía estar condenada a caer la Ciencia de los Maestros antiguos y a devolver su antorcha iluminadora al País de las Dos Tierras.


Vuestros comentarios

Se han encontrado 0 comentarios