Carencias es la voz de un alma profundamente melancólica que no acepta el cambio con el que el tiempo ha sellado un vivir alejado de una época pasada anhelada y que añora, interpelando en un continuo diálogo con el maestro, que sea su confidente en este poemario, donde la tristeza va creciendo hasta dejar medio abierta una puerta hacia la esperanza. Este inicio en el coloquio se halla marcado por un adiós manifestado en las primeras poesías, para posteriormente hablar desde la distancia y la lejanía, haciéndole partícipe de la soledad, la injusticia, la amistad, la pérdida de la ilusión, la búsqueda de la Verdad, el silencio. La alusión a Dios está latente en algún poema donde espera ser consolado en su estado interior vacío, en definitiva, carente. La despedida final abre un camino, en el que a pesar de percibirse un alma quejumbrosa, muestra una nueva etapa donde el recuerdo es la mejor prueba de la esperanza y la vitalidad.