La novela se inicia con la decisión de Yâsir b. âmir de no regresar a su patria en el Yemen y permanecer en Meca como protegido de Abú Hudayfa, un señor qurayshí que les acogió, a él y a sus hermanos, y les honró como suelen las genes de quraysh honrar al huésped. Yâsir se casa con Sumayya, la esclava abisinia que su anfitrión puso al servicio de sus protegidos. Ambos serán los primeros mártires del Islam. De esta situación tan personal y tan inmediata, se sirve el autor para presentarnos de manera extraordinariamente efican y convincente el ambiente sociocultural de Arabia, y más particularmente el de Meca, en los años finales del siglo VI. En los últimos capítulos se dedican a narrar cómo la comunidad musulmana comienza su expansión y cómo comienzan también las disensiones entre los musulmanes, hasta que éstas se agudizan y desembocan en el enfrentamiento entre Muâwiyya y Alî.