El título de este libro es una versión del título de otro libro, Schopenhauer como educador , de Friedrich Nietzsche . Aunque para entender a Niezstche habría que admitir sin reservas la influenca de Emerson , contribuir a esa interpretación no es el motivo que ha animado las páginas que siguen. La influencia de Emerson en general –a pesar de los grandes ejemplares de Thoureau , del propio Niezstche, de Harold Bloom o de Stanley Cavell - sigue siendo un misterio. Cada uno de los ensayos de este libro ofrece un aspecto de ese misterio, no la clave. El misterio o la dificultad en cuestión tal vez residan en lo que Emerson llamó las “enseñanzas tardías”. Una lectura comparada de algunos autores más o menos excéntricos podría mejorar nuestra educación convencional. El carácter que le demos a la convencionalidad de nuestras instituciones educativas es menos importante que el hecho de que tienden casi fatalmente a la conformidad. La confianza en sí mismo que Emerson adoptó como aversión a ese conformidad era, sin embargo, una exigencia de la comunidad: de lo que la comunidad exige a cada uno de sus miembros y de lo que cada uno de sus miembros exige a la comunidad.
