Dentro de la historia de la ciencia el papel del mundo árabe no se limita a ser un mero transmisor de los antiguos conocimientos clásicos al mundo renacentista europeo, pues hemos de sumar a esta labor la gran cantidad de estudios y aportaciones originales que realizaron grandes científicos que nada tuvieron que envidiar a ninguno de sus predecesores. Como no podía ser de otro modo, uno de los escenarios donde se desarrolló toda esta actividad fue al-Andalus, y uno de sus grandes protanistas, Azarquiel. Con este ilustre personaje como noble excusa, este libro es una introducción a todas las aportaciones hispanoárabes que tuvieron su origen en la península Ibérica y que marcaron la ciencia y filosofía europeas en los siglos posteriores.