Este libro es un canto unísono de los artistas a Medina Azahara. Transcurridos mil años desde que se construyera, este lugar de ensueño para albergar a la corte más poderosa y culta de la tierra, más de 120 poetas y artistas plásticos han querido plasmar sus sentimientos en torno a un espacio seductor, que dio cabida a la magia de los sueños y que aún hoy emite un torrente energético tan fuerte que logra impregnar lo más hondo del alma de los creadores. Los poetas Pablo García Baena, Antonio Gala, José de Miguel, Mariano Roldán, Carlos Rivera, Jacinto Mañas, el gaditano Antonio Hernández, el leonés Antonio Colinas, los sevillanos Pedro Rodríguez Pacheco y Joaquín Márquez, los madrileños Carlos Murciano y Luis Antonio de Villena forman la avanzadilla de poetas maduros que escribieron hace años sobre el tema y algunos de ellos fueron incluidos en aquella bella antología titulada Nostalgia y presencia de Medina Azahara , que preparó primorosamente el profesor y poeta Carlos Clementson y que editó en 1980 la Diputación de Córdoba en colaboración con el Ministerio de Cultura. Aquella fue una antología muy apreciada en la que su autor incorporó buena parte de la obra de Ricardo Molina inspirada en Medina Azahara y en la que se recogieron versos de poetas desde Ibn Zaydun hasta el más joven de aquel momento, que era yo mismo. Por eso he querido ahora -casi treinta años después- retomar la antorcha poética de Clementson, que irradia Medina Azahara, englobando también a poetas como Elsa López, Manuel Jurado, Campos Reina, Francisco Vélez Nieto, Isabel Rodríguez, Francisco Gálvez, Juana Castro, Manolo Romero, José Luis Amaro, José Infante, Antonio Enrique, Francisco Ruiz Noguera, Antonio Garrido, Alejandro López Andrada, Manuel Gahete, Salvador López Becerra, María Rosal, Francisco Basallote, Soledad Zurera, Alfredo Jurado, Encarna García Higueras, Matilde Cabello, Mercedes Castro, Antonio Varo Baena, Mariluz Escuín y Rafaela Sánchez. Tambi