Este libro denuncia los intereses que el PNV ha tejido en torno a la Ertzaintza. Creada en 1937 como instrumento de la soberanía vasca, su posterior refundación, composición, orientación y, sobre todo, su trayectoria represiva la están convirtiendo en algo muy distinto a lo esperado. Con amplia base documental, este ensayo quiere mostrar que la Ertzaintza es una policía de partido del PNV, puesta al servicio del Gobierno de Madrid para combatir la disidencia política. Del libro se desprende que la policía vasca necesita un consenso social mucho mayor del que goza actualmente. La saña no genera justicia, sino odio y desprestigio. Un día, quizás más temprano que tarde, el PNV será desplazado de su poder, tal vez por opciones más soberanistas; entonces la Ertzaintza tendrá que responder de su pasado, salir de esa espiral de cipayismo político y enfrentamiento civil. Y, si quiere perdurar, no deberá reconocer otra fuente de legalidad que la que disponga la ciudadanía vasca en condiciones democráticas.