Desde la prehistoria, todas las civilizaciones han creído en la existencia de una vida eterna después de la muerte, y se han entregado a merecerla. La expresión suprema de la creatividad artística y arquitectónica de las más grandes civilizaciones humanas está bien representada en las llamadas moradas de la eternidad, edificadas para custodiar los cuerpos de los fallecidos y para ayudarlos a recorrer el más allá hasta alcanzar el reposo eterno. Con este libro podremos admirar los grandes monumentos megalíticos de Gran Bretaña y de Irlanda, las necrópolis etruscas, el tesoro de Agamenón, la gran pirámide de Keops y la tumba de Tutankamón, o el ejército de terracota del primer emperador chino y la sepultura del señor de Sipán. Este extraordinaria publicación de más de 400 páginas reúne y describe por primera vez, con una terminología accesible pero muy cuidada, las más extraordinarias creaciones artísticas de los pueblos, narrando la emoción y las vivencias de sus descubrimientos mediante testimonios e informaciones a menudo jamás publicadas.